Redacción Publicitaria I
1er año- 2009
LECHE CHOCOLATADA
El placer de alimentarse bien creyéndose osado
Para hablar de la leche chocolatada, bebida oscura, espesa y deliciosa, ideal, es necesario primero, referirse al cacao, fruto venerable que en un mundo de ensueños podría ser denominado como “oro castaño”, y ¿por qué no? si estamos en mi sueño, sabría valer más que el oro negro, y que el dorado. Porque en definitiva ¿hay algo más rico en el mundo que el chocolate?
El cacao nació hace miles de años en América. Fue transmitido entre las diferentes civilizaciones. Comenzando por los Olmecas unos mil quinientos años A.C., que se lo transfirieron en herencia a los Mayas. Civilización que explotaría al máximo las propiedades del fruto, a tal punto de comercializarlo con los Aztecas, quienes tenían la creencia de que el chocolate prolongaba indefinidamente la vida. Ellos tuvieron un papel importantísimo en la historia de este fruto. El emperador Moctezuma lo sirvió a Hernán Cortés en el año 1500. Un momento cumbre en la historia del chocolate. La sensación que este brebaje de cacao fundido en agua causó tal excitación en los sentidos del conquistador, que éste supo que debía llevarlo a Europa. Y lo hizo. Desde España no tardó en difundirse al resto del viejo continente. En donde tres siglos más tarde, ya era posible la fabricación a gran escala de masas de chocolate, sólido o líquido. Así, ciertos países como Suiza y Holanda, fueron adquiriendo una exclusiva cultura chocolatera, alterando por siempre sus cultos, convirtiéndose en su actor principal.
Hoy en día, en los días más crudos del invierno, una taza caliente de leche con chocolate a la luz del hogar es un ideal constante en las mentes occidentales, que surgió gracias a la cultura chocolatera de los países nórdicos de Europa.
Actualmente es muy fácil conseguir una taza de leche chocolatada, ya sea bien fría para los días calurosos de verano, o caliente para el invierno. Ni siquiera es necesario comprar barras de chocolate y fundirlas, aunque esta opción no está descartada.
En los mercados y en los quioscos se consiguen saches de leche chocolatada y chocolate en polvo para prepararla a gusto personal, como por ejemplo: Cindor, Lechelita, Angelita, Sandy, Gándara, Milkaut, Nesquick, Ser, Ilolay, Cotar. Disponibles para todos los gustos y preferencias, y en algunos casos, como el de Cindor, con agregados de vitaminas especiales como la B2, B12, A y D que las hacen aún más nutritivas y saludables.
Una taza de leche chocolatada es tan buena para el corazón como una copa de vino tinto, las manzanas o el té. Es beneficiosa para la salud, reduce los riesgos de experimentar coágulos sanguíneos, y tiene un alto porcentaje de antioxidantes. De todas maneras no es aconsejable abusar (a pesar de lo delicioso que pueda llegar a ser).
Tomar una taza de leche chocolatada es saludable tanto física como emocionalmente, ¿a quién no le causó una sensación de placer el agregarle una cucharadita de chocolate a esa tasa de leche agria e insípida, para transformarla en algo mágico? Aún pensando que estaba mal, lo que suele causar aún más satisfacción. Lamento decepcionarlo al decirle que esa cucharadita (o dos o tres para ser sinceros) no era razón para poner esa cara de travesura.
Amalia Alonso.